Lecturas destacadas de 2023

Una vez más, para despedir este año, os dejo una publicación resumen de mis mejores lecturas de 2023. En 2022 me puse un objetivo de lectura que no conseguí alcanzar, y aunque este año lo he reducido a 20 libros, el día que escribo esto todavía no lo he conseguido: llevo 18 libros leídos y empezando el número 19. En cualquier caso, más que el número de lecturas, lo más importante es disfrutar con ellas e intentar evitar que este reto lector, que no es más que una forma de motivarnos para leer un poquito más, se convierta en una tortura. Como siempre, os invito a pasaros por mi perfil de Goodreads para echar un vistazo a todos los libros que he leído este año y, si habéis leído alguno de mis libros o relatos, también os animo a dejar vuestra puntuación.

1. La escuela de la vida, de Laura Baldini. Esta novela cuenta la historia de María Montessori, la primera mujer médico de Italia. Me llamó mucho la atención porque yo de pequeña fui a la guardería Montessori de mi ciudad y me gustó mucho descubrir los comienzos de esta mujer, cómo terminó sus estudios de medicina, con las dificultades que tuvo en su época, y sus comienzos en un hospital con niños con deficiencias mentales. Fue en este momento cuando se dio cuenta de que adaptando la enseñanza a sus necesidades, estos niños también eran capaces de aprender, solo que hasta entonces no habían tenido la atención ni el cuidado necesarios. Desde ese momento dedicó su vida a los niños, haciendo estudios, dando conferencias sobre sus progresos y desarrollando lo que hoy conocemos como el Método Montessori.

2. Mi petición de más espacio, de John Hersey. Una de las mejores historias que he leído en los últimos tiempos y que reseñé con detalle aquí. La novela está ambientada en un futuro en el que la superpoblación es abrumadora. Tanto, que la gente vive hacinada en pequeños espacios, tienen que hacer largas colas y dedicar mucho tiempo para poder hacer cualquier tarea del día a día, y cualquier deseo o necesidad debe ser solicitado en las ventanillas de "Peticiones". Así es como empieza la historia, con el protagonista haciendo cola junto a cientos de desconocidos que también están esperando con la intención de formular su petición. Todos ellos están pegados a la persona que tienen delante, a la que tienen detrás y a los lados, apenas hay espacio entre ellos. No se conocen de nada, pero pasan horas juntos, esperando y avanzando lentamente, y es inevitable acabar preguntando a qué se dedican, dónde viven y cuál será su petición.

3. La parábola del sembrador, de Octavia E. Butler. Esta distopía no es fácil de leer, especialmente si alguien está pasando por un momento delicado, emocionalmente hablando. Trata de la pérdida de la familia, de los amigos, del hogar y la seguridad; habla de escasez, sequía, hambre y muerte. Aunque también habla de esperanza, de madurez, de la capacidad y sobre todo la necesidad de sobrevivir, de aprender a confiar en los demás, de buscar la parte buena de las pequeñas cosas. Está narrada en primera persona, es un diario de la protagonista, acompañado de versículos y dogmas de su religión, de Semilla Terrestre. La reseña completa también la podéis encontrar en mi blog.

4. Finlay Donovan, una escritora de muerte, de Elle Cosimano. Es un cozy crime, una novela de misterio agradable, entretenida y divertida que me leí este verano y disfruté un montón. Se centra en la protagonista más que en las víctimas, en la relación con su familia y en la complicada etapa vital en la que se encuentra, cosa que la lleva a verse repentina y sorprendentemente involucrada con la mafia rusa. La reseña completa la podéis encontrar aquí.

5. Imperio, de Iria G. Parente y Selene M. Pascual. Otra de las novelas que más he disfrutado leyendo este año. Una distopía futurista que te engancha desde el primer momento y que critica de forma feroz las redes sociales, la exposición de algunas personas, la manipulación y el poder que pueden suponer en las manos adecuadas. Juego tras juego y a través de los ojos de cada personaje, tú también ansiarás saber quién logrará llegar al piso 30. La reseña completa la podéis leer aquí.

6. El problema final, de Arturo Pérez-Reverte. Es la primera novela que leo del autor y me ha gustado mucho porque se trata de una historia de crimen y misterio ambientada en los años 60. El protagonista, Hopalong Basil, es un actor en horas bajas que consiguió la fama encarnando en el cine al detective Sherlock Holmes. Cuando, al hacer escala en una pequeña isla cerca de Corfú, él y otros nueve desconocidos se quedan atrapados allí debido a un temporal, la aparición del cuerpo sin vida de una turista inglesa pondrá a prueba el olfato detectivesco del actor, quien, tras años representando a este personaje, descubrirá indicios de que podría tratarse de un asesinato. Con variadas referencias a las novelas clásicas de misterio, y haciendo uso de la metaliteratura en los diálogos de este "Sherlock" con su improvisado ayudante "Watson", otro turista español, Paco Foxá, también escritor de novelas de misterio, esta novela resulta entretenida y estimulante, que culmina con un final en mi opinión sorprendente, pero no del todo novedoso en tramas de este estilo.

En cuanto a mi año como escritora, por un lado, en el mes de octubre, por la iniciativa #LeoAutorasOct, publiqué en varios posts mis anécdotas de escritora a lo largo de los años, podéis ir para atrás y leerlas si os resulta interesante. Por otro lado, estoy contenta de poder decir que terminé de escribir la novela que completa la trama de mi relato publicado en 2019, La tierra prometida. En su momento me quedé con ganas de darles algo más de vida a los personajes y de completar la historia, tanto antes, como después de lo que sucede en el relato. Actualmente se encuentra en proceso de valoración de una editorial, pero, ya sea mediante la publicación tradicional o autopublicando, en algún momento me gustaría poder sacar a la luz esta novela porque estoy muy orgullosa de ella. Igualmente, escribí un relato de terror titulado Catmaniac, que presenté a un concurso pero no resultó premiado, y que también me gustaría publicar en cuanto el tiempo me lo permita. Por diversas circunstancias este no ha sido un año especialmente creativo en cuanto a lo literario, pero estoy contenta de lo que he conseguido, de mis pequeñas metas particulares, y en 2024 espero ser más constante y continuar con varios proyectos que tengo a medias.

¡Feliz año nuevo a todos y nos seguimos leyendo!